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jueves, 15 de diciembre de 2011

Licántropo

Un hombre lobo, eso es lo que eres tú, y yo una minivampira, siempre pensando en devorarnos, en sorbernos los tuetanillos, en bebernos y masticarnos... Todavía no sé si eres mignon o marron glacé, porque tu carne es dulce y dura como la castaña. También eres rojo y caliente como la sangre, y lleno de oxígeno como el aire puro o la hemoglobina.
Sólo pienso en ocultar mi identidad e hincarte el diente, aprovechando el anonimato y las sombras, y llenarme una vez más de tus sabores, mientras alguien bate la mantequilla de los croissants del día después...